FINCA DEPUTACIÓN. EL ROBO OURENSANO DEL SIGLO.

 Este texto ("Un cuento real" le llama su autor)  ha sido escrito por Gonzalo Pérez Jácome, candidato a la alcaldía de Ourense por el partido DO. Se ha tomado del muro de Facebook de ese partido con permiso de su autor.


FINCA DEPUTACIÓN: 20 Hectáreas de Corrupción.

Primera parte (Publicada en Facebook el 4-Nov-2018)

¿Conocen esas historias que llaman El Robo Del Siglo? Pues los caciques de Ourense no tienen nada que envidiar a los guionistas de películas (aunque como ocurre en muchos golpes, tarde o temprano acaban cagándola).
La finca Deputación o finca Santa Mariña, es esa zona verde de 200.000 m2 junto al complejo hospitalario. La Diputación de Ourense había expropiado esos terrenos hace décadas con el objetivo de convertirlo en una explotación ganadera pública; por eso durante años, allí había vacas. Prácticamente nunca funcionó como tal, pero la Diputación tenía que disimular, para que los antiguos dueños no ejerciesen el derecho de reversión, es decir, recuperar la finca, si ésta no se ceñía al objeto para la que fue expropiada.
Y entonces llegaron Baltar y Cabezas, dos caciques que se alinearon como una constelación. Uno más paleto, el otro más finolis, pero ambos sin escrúpulos, y ávidos de todo. Los dos del PP. Y los dos caciques hacían falta porque JL Baltar presidía la Diputación (dueña del solar), y Manuel Cabezas era el alcalde del Concello (competente en recalificar urbanísiticamente). Ninguno por su cuenta podría hacerlo sin el otro.
Así, el Concello de Ourense aprobó un nuevo plan urbanístico en 2003, y de golpe recalificó el terreno de las vaquiñas para hacer torres de pisos, muchas torres.
Es el modo más fácil de ganar dinero: transformar aire por dinero.
Con ese pelotazo, el terreno de las vacas quedó habilitado para edificar 10 torres de 19 alturas (con 5 viviendas por planta, rondan las 1.000), más un centro comercial (El Corte Inglés) más un hotel de 4 estrellas. De la noche a mañana el solar pasó a valer, según las agencias inmobiliarias, 50 millones €.
¿Y ahora qué?
Pues ahora se necesita un comprador.
Obviamente para que un comprador consuma el pelotazo, deberá comprar la finca por un valor inferior al de mercado, porque comprar a precio normal, lo hace cualquiera. Pero quien vende por menos del precio de mercado, pierde, y en este caso era la administración pública, la Diputación de Ourense. Es más, si el comprador compra a precio de mercado, no tiene margen (ni sentido) pagar comisiones (ilegales claro).
Así que el primer movimiento de Baltar, fue el de buscar un perito que tasase la finca por mucho menos de esos 50 millones € (para DO siempre valió más de 50). Y como muchas tasaciones son subjetivas, encontró a un tasador que valoró la finca por casi la mitad de su valor, 23 kilos de € recorte. Es el colmo, resulta que un vendedor (Deputación) en vez de hacerle caso al perito que más favorezca sus intereses, escoge al que menos, al más barato.
Pero claro ¿y por qué parar ahí?, así que Baltar hizo otra jugada maestra. Dijo que como los dueños podrían ganar un pleito en una posible demanda por reversión (ya que estaba en juego si después de tantos años aún tenían todos los derechos), decidió que ante ese riesgo, es mejor “algo que nada”, y consiguió que un técnico evaluase ese riesgo en otros 12 millones € a la baja. Así que el valor de la finca de 50, pasó a 13 millones €.
¿Suficiente verdad? Pues no, claro que no.
Después acordaron con los compradores, que éstos deberían urbanizar, hacer accesos y todo eso, así que le descontaron 5,5 millones más para compensarlos, de modo que lo que pagaron a la Diputación fue un montante final de 7,5 millones €.
Y así se hacen los pelotazos, pasar de un coste 50 a 7,5 millones € (42,5 millones menos). ¡Y los demás humanos que se dediquen a trabajar!
Claro que todos los golpes tienen que tener su toque de suerte, como casi todo en la vida. Y Baltar la tuvo. Lo denunciaron por prevaricación y perdió Baltar, pero no se sabe cómo, en la apelación ganó Baltar, y luego los denunciantes, el BNG, no quiso seguir con el pleito en el Supremo, porque entonces el BNG ya estaba gobernando en el Concello (2007) y una vez eran socios de PSOE en coalición, pues el PSOE (que estaba en el ajo), le dijo para el carro. Y es que el PSOE tomó el relevó del PP, y afianzó el pelotazo, ya que mantuvo esa reclaificación en el plan de urbanismo de Aurea Soto (el PXOM que respetó todos los pelotazos de Cabezas).
¿Y ya está? ¿Así se consumó el golpe? ¿Fue tan fácil?
Pues no, porque como dije al principio, tarde o temprano terminan cagándola, y como se dice el diablo está en los detalles. Tardaron algo más de la cuenta en legalizar el PXOM y no se esperaban que DO entrase en el Concello en 2011 y tampoco esperaban perder la alcaldía en 2015 y que el PP enrevesara más el plan de urbanismo. Aunque el por qué esas 1.000 viviendas están actualmente en el aire, ya es otra historia. La siguiente que otro día, contaré.

SEGUNDA PARTE (Publicada en Facebook 17-Nov-2018).

¿Quién perdió y quien ganó con la Finca Deputación?


Tal como citamos hace unos días, el pelotazo no cuajó por la caída del PXOM de 2003 y porque DO no aceptó legalizar semejante aberración en el nuevo PXOM que se negociaba con el PP en 2017. De modo que está en el aire, y dependerá de quienes hagan el nuevo PXOM, si plasma o no, semejante pelotazo urbanístico.
DO no tolerará enriquecimientos a costa de usurpar el bien común, así que lo tienen difícil si ganamos las elecciones de mayo.
De momento, quienes han ganado dinero son los políticos que hayan cobrado comisiones ilegales, otra cosa es que tengan que devolverlas si la urbanización no va para delante. En Chicago por ejemplo, si un político cobraba comisiones y la cosa no fructificaba, o devolvía la pasta o acaba con cemento en el lago Michigan.
De momento el Corte Inglés perdió dinero, ya que compró un solar a los especuladores intermediarios, y no está claro que puedan abrir ahí el Hipercor. De momento la empresa que compró el solar a la Diputación para revender y ganar un dineral, está a pre, porque con la venta al Corte Inglés pagó lo que desembolsaron, pero podrían ganar dinero si PP o PSOE dan luz verde al pelotazo o si reciben alguna indemnización por truncar todo.
Y quien definitivamente ya perdió, fue tanto Diputación como Concello, porque la Dipu malvendió un solar público, que para recuperarlo para el Concello, ambos tendrán que indemnizar. DO cree que la indemmización, más pequeña de lo que la empresa cree, compensará para el interés general.